Asegurar que la literatura educa
y hace mejores a las personas es un poco atrevido y difícil de demostrar, pero
indudablemente los beneficios de la lectura son incontables. Se ha dicho que es
una de las mejores formas de comunicación con uno mismo, que es una manera de
conocerse y de conocer a los demás. También, que los libros enseñan a pensar y
que el pensamiento construye seres libres.
Leer no sólo implica reconocer
palabras en un texto, constituye básicamente comprender e interpretar, por lo
tanto, esta actividad se presenta como un proceso complejo que requiere de una
interacción constante entre el lector, el texto y cuando hablamos de lectores
inexpertos, del mediador adulto. Estamos convencidos que es necesario que el
adulto que acompañe el proceso de lectura literaria se transforme en un
auténtico mediador entre las obras literarias y sus destinatarios, que pueda
apoyar el diálogo que se sostiene entre el texto, el autor, el mensaje y el
lector.
Uno de los libros que leí es “Gente tóxica” de Bernardo Stamateas. En
nuestra vida cotidiana no podemos evitar encontrarnos con personas
problemáticas, Jefes autoritarios y descalificadores,
compañeros de trabajo o estudio envidiosos, parientes que siempre nos echan la
culpa de todo, hombres y mujeres arrogantes o mentirosos… Todas estas personas
«tóxicas» nos producen malestar, pero algunas pueden arruinarnos la vida,
destruir nuestros sueños o alejarnos de nuestras metas. Este libro nos ayuda a reconocer a la gente
«tóxica», ¿Cómo protegernos y ponerles límites? Los consejos del autor nos
ayudarán a hacer nuestras relaciones personales más saludables y positivas. Nos
ayudarán a ser mucho más felices.
Un libro que también recomendaría
(que no conozco gente que no lo haya leído)El
principito, Lo he leído varias veces, la primera vez que lo leí me lo hizo
leer la profesora de lengua de quinto año del secundario, es un libro corto, en
cuanto a páginas, pero más complicado a la hora de leer de lo que aparenta a
primera vista, por eso intento mirar este libro desde distintos puntos de vista
cada vez que lo leo, puede llegar a ser muy entretenido. Es un libro infantil,
por lo menos así lo verá un niño si lo lee ya que en su infinita e inocente
sabiduría, sólo encontrará las maravillosas aventuras de un príncipe que habita
un solitario planeta, sin embargo, al ser leído por un adulto, el asunto cambia
ya que el libro muestra de forma metafórica, temas tan profundos como el sentido
de la vida, la amistad y el amor.
“La lectura es a la mente lo que el ejercicio es al cuerpo.”